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7 may 2010

La Voz de Galicia, entrevista a Tom


Con Oasis y Blur vimos que se puede hacer buena música sin ser un virtuoso

A Keane le van los retos. El trío inglés, que tuvo un sensacional debut en el 2004 con Hopes and Fears, se ha saltado el convencional ciclo composición-grabación-gira para lanzar el miniálbum Night Train. Es un pequeño batiburrillo de temas grabados a salto de mata, de estudio en estudio, aprovechando la gira mundial de Perfect Symmetry. Así lo describe, al otro lado del teléfono ?¿desde su mansión campestre en East Sussex?, ¿con el manos libres a bordo de su Ferrari 360?: lo ignoramos?, el siempre amable y elegante cantante del grupo, Tom Chaplin.



¿Por qué este formato breve en lugar del tradicional?


Creo que es simplemente porque estábamos en gira... Lo habitual es hacer un disco, pasar unos meses en el estudio y después el siguiente año o dos años tocando en directo. Cuando estamos de gira... Bueno, por supuesto nos encanta y disfrutamos de todo lo que implica tocar en directo. Pero también hay muchos momentos en los que andas por ahí, sin hacer gran cosa, y por eso empezamos a ir a estudios y a grabar temas que teníamos pendientes. Es una colección de canciones que tiene en común esa ansia de ser creativos mientras estábamos de gira.


¿Se inspiraron en los lugares a los que iban a tocar?


Es cierto que cada ciudad nueva, cada lugar diferente, tiene un ambiente distinto. No podría decir cómo afecta directamente esto a una canción, pero estoy seguro de que afecta de algún modo a cómo tocas, qué estás pensando, cuál es tu actitud con respecto a la música... Y cada estudio es diferente; puede tener distintos instrumentos, sonidos, equipamiento... Y puede dar una luz diferente a cada canción. Es una forma muy interesante de hacer las cosas.


Su primer disco, «Hopes and Fears», tenía un aire muy melancólico, «Perfect Symmetry» es más brillante y alegre. ¿Cuál es el estado anímico de «Night Train»?


Es difícil de decir, porque es una colección de canciones muy ecléctica. Si coges una canción como Your Love, tiene un sonido clásico de Keane, mientras que Stop For a Minute tiene ese aire hip-hop de costa oeste... A mi modo de ver, este disco tiene precisamente el elemento unificador de ser muy ecléctico, si es que eso es posible. Nos muestra bajo diferentes luces. Nuestra actitud era experimentar, disfrutar y no preocuparnos demasiado por la cohesión del resultado. Y yo creo que funciona.


En el anterior álbum usaron guitarras... ¿Qué fue de aquella etiqueta de grupo-pop-sin-guitarras?


No tenemos intención de que se nos vea con esa etiqueta. Estamos abiertos a cualquier instrumento. Nos gusta que nos vean como una banda a la que le gusta evolucionar y hacer cosas diferentes; si eso implica utilizar guitarra en una canción, la usaremos. Es verdad que en Hopes and Fears el piano era el protagonista. Pero el tiempo pasa, tienes ocasiones de hacer otras cosas, utilizar otros instrumentos... No podría decirte qué vamos a hacer con el próximo disco, pero seguiremos siendo nosotros mismos.


Hay quien los considera todavía una banda alternativa; según otros, hacen pop para mayorías, entre otras cosas, por su gran éxito. ¿Qué definición prefiere?


La verdad, no sé. No es fácil definirnos. Lo cierto es que tenemos una base muy amplia de fans. Cuando actuamos en directo hay tanta gente diferente, de edades diferentes y supongo que con gustos distintos... De algún modo Keane consigue juntarlos, y me resulta difícil decir por qué. Nosotros crecimos disfrutando fantástica música rock y pop; nos sentimos un poco a medio camino entre ambas...


Pongámoslo así: entra en una tienda y tiene a un lado la estantería de pop rock y al otro la de música alternativa. ¿Dónde prefiere encontrar el disco de Keane?


¡En los dos lados! [Risas].


¿Cuál es esa gran música con la que crecieron? ¿Los clásicos, el «brit-pop»...?


Bueno, el brit-pop era lo más grande que había ocurrido en la música inglesa en 30 años. Era como una emocionante oleada de nueva música, con una sensación de auténtica competición entre un montón de buenas bandas; Oasis y Blur, claro, pero también nos encantaban Pulp, Radiohead... Y clásicos como U2, que todavía seguía haciendo fantásticas canciones en aquella época. A veces la gente mira atrás, a los noventa, de un modo un tanto despectivo, pero había excelentes bandas y una magnífica escena pop. Era muy emocionante. Y bandas como Oasis y Blur fueron una gran influencia para nosotros. Nos demostraron que no hacía falta ser un virtuoso, que si tenías pasión y alma y la determinación de hacer buena música, podrías hacerlo.


¿Cómo recuerda el concierto de Keane en Vigo el pasado verano?


Fue fantástico, el apoyo que recibimos fue abrumador. Era nuestra primera vez en aquella zona de España, y tener unas 15.000 personas viéndonos... una locura. Siempre es agradable tocar en España en esas noches de verano. Ya hemos aprendido que los españoles disfrutan la noche; como público siempre son cálidos y generan un ambiente muy especial. No lo cambiaría por ningún sitio del mundo para disfrutar de la noche. Fue un gran privilegio tocar allí y no lo olvidaremos.

Fuente: La Voz de Galicia
 
GRACIAS A MARIANA POR EL DATO